Kiloarte es un proyecto cuya característica fundamental es su sentido procesual. No se trata de una obra entendida como objeto, o un conjunto gráfico en términos de serie, tampoco es exclusivamente una intervención de espacio específico, ni siquiera es una obra para Internet, ni se trata solo de una acción con participación del público; y peor aún, lo fundamental no es el tema de fondo de la pieza original, ni un guión musicalizado, tampoco es una campaña publicitaria, ni su video acumulativo. Es más bien, todas esas cosas al mismo tiempo, el proceso en el que está envuelto y entramado el objeto “artístico”. Las acciones “híbridas” en las que la obra “habla” de sí misma como fetiche de consumo, culminó en la fragmentación del objeto a través del mismo sistema que permite su circulación y de alguna manera su validación y consumo: la venta de la obra en pedacitos como principio creativo. De esta manera se trata de establecer un emplazamiento hacia las conexiones entre los espacios y plataformas de visibilidad (galería, plataforma digital) que contribuyen a legitimar, distribuir, validar, proyectar y justificar el producto “artístico” exponiendo posibles relaciones implícitas en la construcción y destrucción de la obra.
martes, 23 de diciembre de 2008
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